Las transferencias inmediatas están disponibles en la operativa de la mayoría de las entidades bancarias desde hace ya varios años. Pese a que se trata de una herramienta muy útil cuando queremos realizar cualquier pago y asegurarnos de que el dinero llegue a su destino en apenas unos segundos, muchos de nosotros no hacíamos uso de ellas por el coste que tienen, superior al de las transferencias ordinarias.
Ahora, la Unión Europea obliga a que las entidades bancarias igualen el precio entre las transferencias ordinarias y las inmediatas a partir de enero. Una medida con la que pretenden facilitar al cliente bancario el uso de este tipo de instrumentos financieros, aunque todavía se desconoce qué medida tomarán las entidades: si ambos tipos de transferencia pasarán a ser gratis o si, por el contrario, pasarán a ser de pago las dos.
Los cambios que llegan desde enero
A partir del próximo 9 de enero, la comisión que se puede cobrar por enviar transferencias inmediatas no puede ser superior a la que se aplica para las transferencias ordinarias. Si tenemos en cuenta que actualmente la mayor parte de los bancos ofrecen estas transferencias gratis, todo parece indicar que estaríamos en los últimos días en los que las transferencias inmediatas son de pago. Sin embargo, la OCU ha advertido de los distintos escenarios a los que podríamos enfrentarnos a partir de ahora:
- Los bancos pueden optar por cancelar todas las comisiones y ofrecer transferencias inmediatas y ordinarias con carácter gratuito.
- Que las entidades opten por imprimir la comisión de las transferencias inmediatas en las transferencias ordinarias. Lo que supondría un empeoramiento de las condiciones que ofrece al cliente.
- Por último, que establezcan una serie de condiciones para que las transferencias inmediatas sean gratis. La más habitual es que tengamos la nómina domiciliada.
Algunos clientes ya han comenzado a informar su política al respecto, como ha sido el caso de Caixabank recientemente, sin embargo, muchos otros todavía no se han pronunciado y tendremos que esperar hasta el mes de enero para conocer su protocolo de actuación.
Transferencias mucho más seguras
La nueva normativa no afecta únicamente al precio de las transferencias, también a su seguridad. Hasta ahora, cuando hacíamos una transferencia, la entidad bancaria de origen únicamente comprobaba que el IBAN del destinatario fuera correcto. Incluso si el nombre del titular al que queríamos enviar el dinero no coincidía, el banco automáticamente aceptaba la transferencia como válida. Y esto era un problema en caso de error o de fraude, por ejemplo.
A partir de enero, las entidades estarán obligadas a comprobar que el IBAN de la cuenta de destino corresponde con el beneficiario. En el caso de que no coincida, notificará sobre el error y ofrecerá la posibilidad de no continuar con dicho envío de dinero. Si el nombre del destinatario no es exactamente igual, pero casi, el banco nos indicará el nombre asociado a dicho IBAN antes de autorizar la transferencia. De este modo, también estaremos más protegidos de los clásicos errores al introducir el nombre.
Fuente: adslzone