Los astrónomos ven venir el peligro. Avisan de ello, pero los gobiernos no parecen tomárselo tan en serio como deberían. Continúan alertando de los asteroides que caen en el planeta y el mundo se lo toma con calma porque, hasta ahora, ninguno ha causado unas consecuencias dramáticas. A inicios del mes de septiembre cayó un asteroide en Filipinas que había sido detectado 10 horas antes. Como lo oyes, solo diez horas antes del impacto. Por suerte, los científicos ya habían pronosticado que el asteroide se quemaría en la atmósfera y que llegaría a nuestro planeta prácticamente sin efecto. Pero el resultado podría haber sido distinto.

Cuestión de tamaño

Un metro de largo. Esto es lo que los cazadores de asteroides, astrónomos intrépidos que esperan marcar la diferencia si llega el momento en el que se les necesite, han dicho que medía el asteroide caído en Filipinas. Por ese tamaño y por el proceso de quemado que se produjo, lo único que hizo al entrar en el planeta fue dejar una estela de color azul verdoso. Pero no todos los asteroides tienen el mismo tamaño. En el universo, hay muchos de unas dimensiones superiores. Y se teme que, algún día, uno de ellos caiga en la Tierra. Si tiene un tamaño de unos 20 metros de largo, las personas que estén cerca podrían perder el equilibrio y caerse al suelo. Además, las ventanas de los edificios se romperían. No sería drástico, pero hablamos de 20 metros.

Un asteroide de 50 metros podría dejar bajas humanas. Hay muchas personas que podrían fallecer y no necesariamente solo quienes estuvieran en el área de impacto. Si el asteroide sufre una explosión antes de aterrizar, esas partículas que se desprenderían viajarían a una velocidad gigantesca y también podrían causar bajas en los alrededores. Además, los astrónomos indican que, con un asteroide de 50 metros, una ciudad podría quedar gravemente dañada y muchas infraestructuras destruidas.

Ahora hablemos de un asteroide más grande, uno de 140 metros de largo. Son palabras mayores, pero podría ocurrir. Dicen los cazadores de asteroides que este tamaño tendría posibilidades de hacer un agujero en el planeta. Destruiría todo lo que se encontrara en el camino y tendría capacidad para producir la destrucción de incluso una gran ciudad al completo. La cantidad de personas que podrían perder la vida sería elevada.

¿Qué hacen los cazadores de asteroides?

No pensemos que se trata de un grupo de astrónomos con afán de superhéroe que tratan de salvar el mundo. Lo cierto es que se trata de un campo de la ciencia que está más que establecido y que es conocido como defensa planetaria. En el mismo, los astrónomos invierten su tiempo analizando los cielos en busca de cualquier posible indicio de la presencia de asteroides que puedan estar en la trayectoria de la Tierra. Tal y como te puedes imaginar, uno de sus principales objetivos se encuentra en llegar a tener la capacidad de hacer la detección de los asteroides con mucho más tiempo del actual. Porque 10 horas no está mal, pero parece poco viable si la Tierra se encuentra en una situación crítica y tiene que activar un plan de última hora para tratar de salvar una ciudad o incluso el planeta.

Su trabajo, no obstante, se va a volver un poco más sencillo dentro de poco. En estos momentos, detectar los asteroides es complicado. Y, en realidad, ni siquiera conocemos todos los que hay en el espacio. Según la NASA, hay alrededor de 14.000 asteroides cerca de la Tierra que no han sido descubiertos y que tienen posibilidades de causar graves daños. Por ello, los astrónomos han insistido mucho en la necesidad de tener mejores telescopios. Sus peticiones se van a ver materializadas en la forma de dos telescopios: el Rubin y el NEO Surveyor. No obstante, el segundo será el que tendrá un papel más determinante, en parte porque ha sido concebido exclusivamente para buscar asteroides.

Este NEO Surveyor se define como si fuera un rifle de francotirador que, una vez desplegado en el espacio, nos dará la información de todos los asteroides que sean peligrosos. El cálculo que hacen los astrónomos es que, en 10 años, será capaz de detectar el 90% de los asteroides que supongan un gran riesgo para el planeta. La misión de su lanzamiento está siendo complicada, pero las previsiones actuales son buenas. Se lanzará tan lejos de la Tierra que podrá detectar todas las posibles amenazas y, además, se encontrará protegido por el Sol. En el momento en el que ya funcione a pleno rendimiento, los astrónomos sabrán dónde tienen que actuar en la siguiente fase de su trabajo: la destrucción de los asteroides.

La defensa planetaria que antes mencionábamos tiene dos ramas y los especialistas se dividen en cada una de ellas dependiendo de sus habilidades. Una de las dos ramas es la de la búsqueda de asteroides. La otra es la de la destrucción de los mismos. Pero, claro está, dependen la una de la otra, puesto que no se pueden destruir los asteroides si antes no sabemos dónde están. La buena noticia es que las técnicas para destruir o, al menos, empujar los asteroides fuera de su trayectoria hacia la Tierra, ya se han comprobado que funcionan (lo puedes ver en el vídeo un poco más arriba). Por ello, solo falta que se desarrollen los telescopios y que así, de una vez por todas, pueda comenzar la caza de los asteroides.

Fuente: The Guardian | adslzone