El mercado español apostó decididamente por la fibra óptica y ahora somos una referencia mundial en esta tecnología por el despliegue, muy superior al de países que llevan la voz cantante en el mundo como Alemania, Francia o Estados Unidos. En un momento, el FTTH, o fibra óptica hasta el hogar, tuvo un rival a batir en forma de cable HFC o híbrido de coaxial y fibra óptica.

En esta tecnología, utilizada para abaratar el despliegue, se lleva la fibra óptica hasta la central o nodo y después se llega a casa de los clientes con cable coaxial, un cable como el que usamos para conectar la antena de televisión. Esta tecnología permite altas velocidades y se cataloga como red de nueva generación, pero tiene bastantes puntos en contra si la enfrentamos al FTTH o fibra pura, ya que el cable de fibra entra hasta el mismo salón de casa.

En agosto de 2007 contábamos con 6 millones de líneas ADSL y 1,5 millones de líneas HFC. En ese momento, era inviable pensar en FTTH y el HFC se postulaba como la tecnología de futuro. Despuntaban las cableras y ONO se convertía en la referencia de velocidad. Más tarde, terminó siendo absorbida por Vodafone para no perder contra Movistar y Orange en número de hogares con cobertura de fibra.

¿Qué pasa con el cable HFC?

Sin embargo, más de 10 años después, la situación ha cambiado radicalmente. El ADSL resiste con 4,8 millones de líneas activas, aunque cada vez son menos. El FTTH es la tecnología líder a nivel de líneas activas con casi 7 millones, cifra que superará sin problemas cuando tengamos los datos de marzo de 2018. Por su parte, el HFC se ha quedado estancado en 2,5 millones de líneas activas.

Comparativa-HFC

No parecía un problema viendo sólo las cifras, pero lo cierto es que está en esos registros desde 2015 cuando superó los 2,4 millones de líneas. Este crecimiento insuficiente está motivado por la gran apuesta por desplegar FTTH y por los acuerdos de acceso, tanto mayoristas como privados, a los que han llegado los operadores.

Ya no resulta rentable desplegar una tecnología que tiene muchos problemas, como la necesidad de actualizarse a DOCSIS 3.1 para competir “en igualdad” de condiciones con la fibra actual. Los operadores de cables están realizando esta actualización para que su red de cable no quede obsoleta, pero el futuro pasa por el FTTH indudablemente.

Eso sí, hay quien ya empieza a hablar de DOCSIS 4.0 para hacer volar al cable a 60 Gbps ¿será la salvación o no llegaremos a eso?

 

Fuente: adslzone