Hay que tener cuidado con el derecho al honor y a la intimidad

Y es que en cuántas fotos de la playa no aparecen otras muchas personas. Aunque la Constitución recoge el derecho a la información y a la libertad de expresión, también recoge el derecho a preservar la imagen y a la intimidad. Es por ello que el simple hecho de capturar una imagen o vídeo de una persona sin su consentimiento, puedes tener problemas legales. Si lo publicas, la persona que aparece en las imágenes puede denunciarte, e incluso sin publicarlo el hecho también es considerado punible.

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Energy Sistem comenta que la ley sólo permite hacer fotos o grabar a alguien sin su consentimiento en dos ocasiones: en el caso de que se trate de un personaje público en un acto o lugar público, o si el material que hemos grabado tiene fines informativos y es de interés público.

Así, también quedan recogidas las fotografías panorámicas en las que aparece mucha gente, a no ser que pueda quedar dañado el derecho a preservar su imagen. En el caso de que alguien pueda entender que su imagen puede quedar dañada, puede solicitar retirar la imagen según la Ley Orgánica 1/1982 de 5 de mayo sobre el derecho al honor y a la propia imagen. Por ello, en la playa o en situaciones delicadas debemos tener el máximo cuidado, sobre todo si vamos a publicar esas imágenes en redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter.

Máximo cuidado con lo que publicamos en redes sociales

Esto afecta también a los conciertos. Antiguamente estaba prohibido, pero con el crecimiento de las redes sociales, las compañías musicales se han dado cuenta del valor publicitario para estos eventos que tiene que los usuarios hagan fotos y vídeos. En el caso de que alguna persona que haya sido fotografiada o haya quedado grabada en un vídeo crea que se esté violando su derecho a la imagen, será un juez quien determine si las imágenes y vídeos que hemos tomados se acogen a la legalidad, dependiendo del uso que le hayamos dado a éstas.

Tampoco es legal utilizar imágenes tomadas sin permiso para uso comercial o para lucrarse en el caso de usuarios particulares, pero una empresa organizadora de un concierto sí que podría usar una imagen nuestra con fines comerciales, ya que al comprar la entrada estamos aceptando esas condiciones.

Por último, aunque no tiene que ver con tomar fotos sin permiso, desde Energy Sistem recuerdan que se deben hacer fotografías de entradas y publicarlas en redes sociales sin antes censurar o eliminar datos personales o códigos relacionados con la reserva, como el QR o el localizador. De no hacerlo, cualquier persona podría usarlo para robarnos la entrada.

También podemos recurrir a herramientas de edición de imágenes como Photoshop para eliminar a personas de nuestras fotos, o para censurarle la cara en el caso de que queramos ir sobre seguro.

 

Fuente: adslzone