Sí, poco a poco esto está cambiando, o mejor dicho, evolucionando, y buena parte de la «culpa» de todo ello lo tiene Internet y el masivo uso que en la actualidad se hace de la Red. Cuando hablamos de estos temas, a lo largo de más de una década lo primero que nos venía a la cabeza era un asunto tan polémico como es aquel relacionado con la piratería de contenidos sujetos a derechos de autor, cierto es, más que nada porque entonces poca posibilidades adicionales existían.

Sin embargo en los últimos tiempos hemos podido ir comprobando cómo todo esto del consumo de contenidos audiovisuales a través de Internet se ha ido modificando en buena parte, no vamos a decir que desbancando a la mencionada piratería, al menos no por el momento, pero sí que ha logrado que muchos la dejen en gran medida de lado para empezar a pagar por ver películas y series en la Red, cómo y cuando quieran. Evidentemente nos referimos a las plataformas de vídeo a la carta que en los últimos años han ido apareciendo y extendiéndose en muchos países y con un éxito bastante claro. Este es un mercado que por el momento está claramente liderado por Netflix, aunque existen otras interesantes alternativas como la que propone HBO o Amazon Prime Video.

Estas propuestas de pago, por una suscripción mensual que en la mayoría de los casos se podría considerar como asequible, ofrecen una gran variedad de series, películas y documentales para visualizar cuando queramos y en el momento que lo deseemos, ya sea a través de dispositivos móviles o sistemas de escritorio.

Además, visto el éxito que estos servicios on-line están teniendo entre el gran público, algunas plataformas como es el caso de Netflix se han empezado a decantar por lanzar sus propias producciones que estrenan en primicia, claro está, en su propia plataforma y para sus clientes.

Parte de la industria del cine, en desacuerdo con Netflix

En un principio este tipo de alternativas para ver la televisión vía Internet, parecía que iba a ser bastante bien aceptadas por parte de la industria del cine en general, ya que en buena medida estas están llamadas a ir acabando, o al menos disminuyendo, el uso de contenidos con copyright de manera gratuita a través de las habituales redes P2P o portales de descargas directas, entre otros métodos. Pero parece ser que la cosa no va del todo bien en este sentido. Cierto es que la mencionada industria del cine lleva años luchando contra la piratería de contenidos con derechos de autor ya que, según ellos, la importante bajada de asistencia a las salas de cine se ha debido a esta piratería «ilegal», al menos ese es su punto de vista.

Sin embargo quizá esto no sea del todo cierto, ya que hemos podido comprobar en varias ocasiones que cuando se ha celebrado lo que se ha llamado la fiesta del cine, día en el que las entradas a las salas baja ostensiblemente, la afluencia a las mismas aumenta de manera sustancial.

Pero bueno, sea como fuere, ahora ciertos sectores que viven del «cine de toda la vida», parece que también están descontentos con algunos comportamientos por parte de estas plataformas de contenidos audiovisuales de pago tipo Netflix o HBO. Esto es algo que hemos podido comprobar estos días en los que se está celebrando el prestigioso festival de Cannes, donde dos de los títulos producidos por la propia Netflix están presenten, con especial trascendencia de la película Okja. Pero claro, ¿dónde está el problema y en que se diferencian estos títulos del resto de las candidatas?, pues que estas no se han estrenado en las salas de cine, algo que no parece gustar lo más mínimo a ciertos sectores del cine convencional, por lo que han mostrado su malestar a este respecto.

Mercado de cine convencional o más moderno a través de Internet

Y es que, de nuevo desde el punto de vista de algunos, estas películas no tienen los mismos derechos a la hora de ser premiadas que el resto, precisamente por eso, por no haber sido estrenadas ni proyectadas en las salas de cine convencionales. Lo que queda claro después de todo esto es que aquí hay un claro enfrentamiento entre ambos conceptos en los que los usuarios pueden disfrutar de los contenidos audiovisuales, bien a través de los estrenos en las salas de cine, como se lleva haciendo durante décadas, bien en a través de portales de Internet previo pago de la correspondiente suscripción.

Como no podía ser de otro modo, hay tanto defensores como detractores de ambos modos de uso, lo moderno contra lo antiguo, se podría denominar, las pantallas de cine contra las de ordenador. Sirva como ejemplo que para el conocido director español Pedro Almodovar, supondría una paradoja que la película premiada en el Festival no pudiese ser vista en una sala de cine, como el resto, haciendo clara referencia a los títulos presentados por Netflix.

¿De qué lado estáis vosotros, a favor de lo convencional y el estreno de películas en cines, o el sistema más moderno como el que ha propuesto Netflix estrenando sus títulos a través de Internet en su plataforma?

 

Fuente: adslzone