El Sí a dejar a la Unión Europea ya se ha cobrado su primera víctima, el primer ministro David Cameron. Además de la crisis a nivel europeo, en Reino Unido se abre otra crisis con las victorias de la opción de permanecer en la Unión en Escocia e Irlanda del norte. Ahora, Europa deberá andar un camino para el que no existen unas directrices claras, sólo un procedimiento de salida recogido en el Artículo 50 del Tratado de la UE. En principio, tienen dos años por delante para pactar una salida donde no tendrán ni voz ni voto.

Brexit: El desconcierto es el siguiente paso

Aunque no se tiene muy claro cuál será el siguiente paso para activar los mecanismos de salida de Reino Unido de la Unión Europea, todos tenemos claro que el desconcierto es realmente el siguiente paso en todos los sectores de la economía y el mercado. El sector de la tecnología o las operadoras de telecomunicaciones no son ajenas a todo ello y nos preparamos para un periodo de cambios que pueden llegar a afectar a los consumidores.

Para empezar, el euro será más débil frente a otras monedas como el dólar (y ya no digamos la importante depreciación de la libra). Esto nos perjudica a la hora de comprar en Estados Unidos para comprar tecnología o cualquier otro producto. Y es que el comercio electrónico se podría ver perjudicado por la decisión tomada por los ciudadanos de Reino Unido.

Aranceles, aduanas e impuestos

Dependiendo en qué situación quede Reino Unido con respecto a Europa tras el Brexit, es decir, si firman o no acuerdos bilaterales o se adhieren a tratados de libre comercio como hacen otros países, es muy posible que se vuelvan a aplicar todos los impuestos y aranceles que fueron retirados con la entrada en vigor de la libre circulación de personas. Esto añadiría sobre costes a los productos vendidos desde comercios ingleses.

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De la misma forma, al no existir esa libre circulación, las aduanas empezarían a funcionar como ya lo hacen cuando compramos fuera de la Unión Europea en países como Estados Unidos y China. El comercio electrónico sería uno de los primeros afectados por este proceso.

¿Y los operadores?

Telefónica ya ha sufrido el veto a la venta de O2 en Reino Unido por parte de la Unión Europea como consecuencia del Brexit y la presencia de la empresa española allí es ahora más compleja que nunca. Las acciones de Telefónica se hunden en este momento alrededor de un 13%. También se encontraría con problemas para sacar a bolsa su filial británica o intentar colocar las acciones de Telxius.

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Pero no sería la única operadora española afectada. También tenemos el caso de Vodafone, una empresa británica que opera en España a través de una filial y que ha sido una de las mayores defensoras de quedarse en la Unión Europea. De nuevo, se abre un periodo de incertidumbre difícil de prever. De hecho, en sus últimos resultados fiscales la empresa decidió que el euro sustituiría a la libra esterlina como moneda de referencia.

Adiós al fin del roaming

La Unión Europea ha realizado una presión decisiva para reducir los costes del roaming progresivamente y eliminarlos a partir del año 2017. La salida de Reino Unido de Europa tras el Brexit abre un nuevo escenario. En principio, las nuevas medidas no afectarían a las islas que volverían a los precios anteriores a todas las rebajas realizadas por Bruselas.

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Esto encarecería definitivamente el precio de las telecomunicaciones para los españoles que visiten Reino Unido.

Sin embargo, el Brexit acaba de ser votado hace sólo unas horas e imaginar las consecuencias futuras parece algo complicado. Por ello, todas estas referencias deben ser tomadas como meros posibles escenarios futuros tras la salida del Reino Unido de Europa, proceso que todavía no ha comenzado pero que ya ha sembrado el caos en el mercado económico.

¿Qué ocurrirá tras el Brexit? ¿Cuáles son vuestras previsiones en el sector tecnológico y las telecomunicaciones?

 

Fuente: adslzone