Y es que al ver que no se puede luchar contra los portales pirata implicados en todo ello, o contra los usuarios que consumen los vídeos, música, libros o programas con copyright, buscan otros intermediarios que en un principio no tienen nada que ver con este tipo de acciones. Hablamos de compañías ajenas a todo esto pero que sin quererlo se han visto envueltas en un tema cada vez más escabroso y controvertido.

En concreto nos referimos a «protagonistas» como los buscadores, las redes sociales, los fabricantes de set-top box, los desarrolladores de determinados programas o, como no, los proveedores de Internet, también conocidos como ISPs. De hecho es de estos últimos es de los que os vamos a hablar en este caso, ya que cada vez se están encontrando en una situación más incómoda en este sentido.

Los ISPs cada vez más «contra la espada y la pared» con respecto a la piratería

Por un lado deben defender los intereses de cientos de miles, o millones, de clientes salvaguardando su privacidad y neutralidad a la hora de moverse por Internet, pero por otro se ven expuestos a las amenazas y advertencias de estos grupos antipiratería si no controlan y denuncian a esos usuarios propios que, mensualmente, pagan una suscripción para poder disponer de sus servicios.

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Y es que visto lo visto y tras los más recientes movimientos llevados a cabo por estos grupos y organizaciones, varios ISPs han afirmado que se encuentran en un camino por momentos más peligroso y delicado. Esto se debe a que cada vez se ven más obligados a monitorear, evaluar y controlar el tráfico de Internet de sus clientes para así bloquear los sitios web con contenido considerado como ilegal y, en algunos casos, denunciar a los visitantes de estos, todo para evitar convertirse en cómplices de todo ello.

Porque claro, en el caso de los ISP, en la mayoría de los casos hablamos de grandes compañías con una serie de infraestructuras generadas con el paso de los años y que no quieren poner en peligro su actual estatus y credibilidad frente a la Ley, todo porque algunos de sus usuarios accedan a determinados portales con películas y series sujetas a derechos de autor. Pero al mismo tiempo en cierto sentido están «obligadas» a salvaguardar la privacidad y libertad, tanto de sus propios clientes, como de la Red.

 

Fuente: adslzone