Con sólo 30 minutos de datos de navegación de un usuario, intentaron averiguar quién era cada uno. La información de la que disponían estaba basada en unos test previos al experimento. Con sólo saber los rasgos de personalidad les fue suficiente.
Los estudios previos a este estaban basados exclusivamente en redes sociales como Facebook y Twitter. Este estudio ha dado un paso más allá y ha añadido todo el contenido web, lo que aporta aún más datos sobre los usuarios. Por ejemplo, en estos estudios relacionados con las redes sociales se observó que los que eran más extrovertidos usaban plataformas que les permitieran ampliar su círculo de amigos e influencia social, mientras que los introvertidos pasaban más tiempo observando las redes sociales y publicando menos contenido, probablemente para compensar una posible falta de contacto físico.
En este nuevo experimento, realizado con voluntarios de la misma universidad donde se ha realizado el estudio, analizaron todos los datos posibles del uso de Internet. Durante 30 minutos recogieron datos como la duración de la sesión, número de webs visitadas, tiempo que se ha estado en cada web, etcétera. Estos datos eran necesarios para poder saber las elecciones que hacían los usuarios, sus preferencias, reflejos, y toda una serie de características psicológicas que hicieran su perfil más completo.
Antes de la prueba, se les realizó un test que dividía a los voluntarios en cinco categorías de personalidad: meticulosidad, extroversión, neuroticismo, simpatía y apertura a nuevas experiencias. De cara a futuros estudios, se añadirán más variables.
El posterior análisis de los datos evidenció la alta relación que hay entre lo que una persona visita en la red y su personalidad. Si esto que demuestra el estudio se puede replicar, y demuestra ser fiable, las compañías de marketing podrían usar esta información para adaptar sus productos y la publicidad a cada usuario específico, y predecir cuál es el contenido que más le va a interesar a cada internauta. Además, las variables analizadas pueden ser unidas al escáner biométrico que prepara Google para autenticar a los usuarios en sus teléfonos
