El cartelito de “Made in China” es clásico. Lo vemos prácticamente en todo y sabemos lo que significa, aunque, a veces, no queramos pensar mucho en ello. La práctica mayoría de las cosas se fabrican en China debido a que la mano de obra en el país es realmente barata y eso genera un margen de beneficios enorme para las grandes empresas. ¿Pero qué significa eso en términos prácticos? ¿Cuánto cuestan realmente las cosas que luego nos venden por cientos de euros? Ahí está servida la polémica.
China al ataque
Es muy obvio que esta iniciativa que llega desde China y que se ha puesto en marcha con una ejecución simultánea a través de todo tipo de cuentas de TikTok, es una pequeña venganza contra los aranceles de Donald Trump. En el país asiático llevaban mucho tiempo mordiéndose la lengua al ver cómo multitud de marcas de lujo venden sus productos por cientos (o miles) de dólares cuando, en realidad, se están fabricando por unos pocos céntimos en territorio chino. Y no habían abierto la boca porque todo funcionaba bien y todo el mundo estaba contento. Pero, con la polémica de los aranceles, se ha abierto la veda para ir al ataque.
China just killed the luxury goods industry
— Norma Kay (@realnorma_kay) April 13, 2025
It's gone, there is no coming back😂
Thread pic.twitter.com/XuWZMZ8Ot0
Lo que comenzamos a ver en estos vídeos virales que, seguro que te has encontrado, o que verás en las próximas horas, son ciudadanos de China destapando la realidad del mercado de la moda y el lujo. Todos coinciden en las mismas bases y explican que, en China, puedes comprar los mismos diseños y productos de marcas como Hermes, Gucci o Dolce&Gabbana, a un precio totalmente distinto. Son precios mínimos, de unos pocos dólares y siendo, según dicen, productos exactamente iguales. Luego explicamos esto un poco mejor, porque iguales, iguales, tampoco son, pero podemos entender el punto de vista de estos ciudadanos chinos que han querido lanzar uno de los órdagos que se reservaba su país.
¿Realmente son iguales?
El pensamiento que hemos tenido hasta el momento era que, si venía de China, tenía que ser una copia. Esta es la teoría que se ha extendido a lo largo de los años. Se asentaba sobre algo sencillo: el diseño de la prenda, un bolso, por ejemplo, era el mismo, pero luego había algún elemento que claramente quedaba feo. Por ejemplo, no se incluía el logo original de la marca o resultaba ser un logo que copiaba el nombre con algún cambio. Eso ya hacía sospechar.
Tik Tok is on fire with Chinese factory content.. All of the “high-end” brands are allegedly all Made in China and marked-up for insane prices. Right now factories are doing direct marketing for consumers to buy from them!!! pic.twitter.com/UqClL6Iv7i
— TheQueenScholar🎀 (@marian_lance) April 13, 2025
¿Pero y si realmente no todos esos productos que venían de China eran copias? Esa es la idea que están extendiendo los profesionales de la moda de China. Dicen que las unidades que se venden en el país salen de las mismas fábricas que las originales y que, por lo tanto, son exactamente iguales. El etiquetado de la marca se realiza fuera de China una vez las marcas reciben los pedidos, por lo que, ese aspecto, sí que es distinto. Pero, a nivel de calidad, se trataría de productos idénticos. Eso no evita que, por supuesto, pueda haber réplicas de menor calidad que también se fabriquen en China. Así, por ejemplo, si la fábrica 1 de Pekín fabrica bolsos para Gucci, es posible que la fábrica 2 que está cerca de ella se lleve una unidad y la copien para fabricarla también en serie. O incluso es posible que llegue a decenas de otras fábricas por todo el país.
Por ello, hay muchas influencers chinas que están empezando a ofrecer sus servicios para comprar todo tipo de productos en China y mandarlos a otros países. Parece que quieren intentar acabar con el negocio de las grandes marcas de lujo que triunfan en Estados Unidos y Europa. Eso sí, quizá haya que tener en cuenta algunos aspectos que contradicen, en cierto modo, su propuesta.
La diferencia que existe
Sin venir a defender a ninguna multinacional de lujo que fabrica sus productos pagándoles una miseria a los empleados chinos y que se aprovecha de ello para ganar millones, habría que dar algunos datos adicionales. Lo primero de todo es que, cuando los productos se mandan de China a Europa o Estados Unidos, no van a parar directamente a las estanterías de las tiendas. Antes de que eso ocurra, primero, está el proceso ya comentado del etiquetado y de poner la marca al artículo en cuestión. Luego, y es aquí donde radica la principal diferencia entre el producto chino y el chino que ha pasado por Europa o Estados Unidos, se procede a que cada unidad pase por unos controles de calidad. Al menos, teóricamente, puesto que cada marca es posible que tenga sus propios sistemas. Pero, como proceso habitual, las marcas realizan ese control de calidad y supuestamente eliminan de la producción las unidades que no cumplan con los estándares de excelencia que se imponga cada uno de los fabricantes.
China over on TikTok openly exposing major luxury brands, charging up to 100 times the cost to make luxury items. This video only one of a huge number pic.twitter.com/9NRRO9ZuGW
— Curtis Gray 🇺🇸 (@curtisgray) April 12, 2025
Por lo tanto, quizá la diferencia no se encuentre únicamente en el logo. O es posible que haya algo más que no sabemos de todo este entramado de los productos de lujo. Lo que es cierto es que quienes pagan cientos de euros por un bolso de marca, posiblemente vayan a seguir pagándolos para tener el logo de su marca favorita estampado en su exterior. Y cuanto más grande, mejor. Al mismo tiempo, no sorprendería que las tiendas online chinas empiecen a vender más debido a estos vídeos. Pero recordemos que, no por ser made in China, ahora resulta que todos esos productos son iguales que los originales. Como de costumbre, hay que comprar con cuidado.
Fuente: adslzone