Con la llegada de los últimos meses del año, es posible que la transferencia que recibimos en concepto de nómina sea algo más baja de lo que estamos acostumbrados. Pese a que lo más habitual es pensar que se trata de un error, la realidad es que detrás de este aparente extraño cambio hay un motivo de peso que, de hecho, puede ser una muy buena noticia.
Muchas empresas aprovechan estos últimos meses del año para regularizar el IRPF de sus empleados y adaptarlo a los ingresos reales que ha recibido por su actividad. Mediante este ajuste, se intenta conseguir que dicho empleado no tenga que pagar en la próxima Renta. O que, en el caso de hacerlo, el impacto sea mucho menor. Pese a que este ajuste no llega en el mejor momento, puesto que es cuando tenemos que pagar todo lo de la Navidad, nos alegraremos de ello cuando presentemos el próximo borrador.
Por qué no afecta a todos los trabajadores por igual
Puede que te encuentres en la situación de que este cambio te afecte a ti, pero no al resto de tus compañeros. O a la inversa. La explicación se debe a la naturaleza del IRPF, que se calcula teniendo en cuenta las circunstancias personales y familiares de todos los contribuyentes. Por lo que aunque ocupemos el mismo rol dentro de una empresa, puede que el IRPF a pagar sea diferente.
Cuando se calcula el porcentaje inicial de IRPF, se tiene en cuenta la información que la empresa tiene del trabajador. Aspectos como el salario, el tipo de contrato o las circunstancias personales se utilizan para determinar el porcentaje final. Sin embargo, las previsiones pueden cambiar a medida que va transcurriendo el año, por lo que muchas empresas intentan corregir estos números antes del correspondiente cierre fiscal. El ejemplo más habitual ocurre, por ejemplo, cuando existe un cambio en el tipo de contrato.
Los ingresos no previstos o las pagas extra
Si no has tenido un cambio en el contrato de trabajo, y tu situación personal tampoco ha cambiado, puede que algún ingreso extra no planificado inicialmente, o las bonificaciones por haber conseguido algún objetivo laboral, hayan sido los motivos que se encuentran detrás de estas actualizaciones.
Como trabajadores, no podemos hacer nada frente a este cambio. En el caso de que el porcentaje aplicado sea superior al que deberíamos abonar, todo quedará regularizado en la próxima Declaración de la Renta, por lo que no debería haber ningún problema. Sí que es recomendable que durante todo el año vayas revisando las nóminas recibidas y, en caso de duda, te informes con el departamento de recursos humanos sobre cualquier cuestión que pueda surgir y que te sirve para minimizar las posibilidades de que la próxima Renta te salga a pagar.
Recuerda que cualquier cambio que afecte a tu situación personal, como una separación o el nacimiento de un hijo, se debe comunicar al empleador para que también cambie tu situación fiscal al respecto.
Fuente: adslzone