Esto es algo de lo que son plenamente conscientes los propios desarrolladores de las diferentes propuestas que podemos encontrar hoy en día, por lo que cada uno de ellos pretende potenciar ciertos aspectos en sus proyectos. Y es que hay varias características que son básicas en este caso, por un lado nos encontramos con la seguridad, además de la funcionalidad y el diseño.

En estos momentos no cabe duda de que la propuesta más importante del momento es Google Chrome, con más del 50% de uso en todo el mundo, por lo que se distancia mucho de sus más directos competidores. Pero en Internet podemos encontrar otras muchas alternativas en este sentido, por lo que cada uno echa mano de la que más le interesa en cada caso. Por tanto, cada uno de los principales navegadores actuales, tienen sus pros y sus contras con respecto al resto, algo que veremos en estas líneas.

Para empezar y en lo que se refiere al mencionado líder del sector, Google Chrome, buena parte de su éxito radica en su versatilidad gracias a la enorme cantidad de extensiones de las que disponemos para aumentar sus funciones. Eso sí, por el contrario muchos usuarios no quieren que sus datos sean «observados» y seguidos por la propia Google, además de las quejas generalizadas en lo que se refiere al consumo de memoria del sistema que este software hace en muchas ocasiones.

Por otro lado nos encontramos con la propuesta de Mozilla, Firefox, un navegador que estos últimos meses ha crecido mucho en cuanto a potencia y versatilidad, en gran medida tras la llegada del motor Quantum del que hace gala. Con todo y con ello, a pesar del crecimiento en lo que se refiere al uso de complementos y velocidad de fluidez en su funcionamiento, para muchos aún no ha alcanzado los niveles de Chrome, por lo que buena parte de los usuarios del programa de Google son reacios a migrar al de Mozilla.

navegadores

Sin embargo, más que nada por el tema de la privacidad de la que os hemos hablado antes, lo que si están haciendo muchos es cambiar Chrome por otros navegadores que se desvinculen del seguimiento del gigante de las búsquedas, pero que igualmente se basen en Chromium.

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Al mismo tiempo, desde que Windows 10 vio la luz hace más de 3 años, Microsoft ha venido apostando por su propia alternativa en este sector, Edge, pero no cabe duda de que, ni ha alcanzado el éxito esperado, ni se ha acercado a lo que en su día se logró con Internet Explorer. A pesar de estar integrado en el propio sistema operativo y la velocidad de funcionamiento más optimizada que se logra con respecto a muchos de sus competidores, Edge tiene una penetración de mercado de en torno al 5%, muy por debajo de lo esperado por los de Redmond.

Además, como sucedió en lo últimos tiempos de Internet Explorer, son muchos los usuarios que desconfían de la seguridad de Edge, al contrario de lo que sucede con la otra propuesta a la que os vamos a hacer referencia, Tor Browser. Y es que este navegador de Internet, como muchos ya sabréis, se caracteriza precisamente por la seguridad y privacidad que nos propone, ya que su tráfico es enrutado por nodos aleatorios de todo el mundo. Sin embargo, el principal problema que presenta es su rendimiento y fluidez de funcionamiento, muy por debajo del resto de propuestas de este tipo, sin embargo es la mejor alternativa para los más precavidos en cuanto a su seguridad en la Red.

 

Fuente: adslzone