Está claro que la principal función de esta suite es la editar fotografías. Gracias a ella vamos a poder modificar con un aspecto muy profesional, incluso de forma prácticamente indetectable, cualquier imagen a nivel de pixel, desde mejorar los colores hasta recortar, mover y aplicar diferentes filtros a las fotografías. Sin embargo, esta herramienta de diseño va mucho más allá.

Uno de los usos más habituales de Photoshop es para realizar pintura digital. Hoy en día, una gran cantidad de dibujos animados, portadas de libros y muchas imágenes están creadas y pintadas directamente en esta herramienta, aunque no lo parezca. Para ello, generalmente se suelen utilizar tabletas digitalizadoras, ya que dibujar con un ratón suele ser algo complicado.

Aunque Adobe cuenta con herramientas de diseño como InDesign y Illustrator, Photoshop también suele ser utilizada para realizar diseño gráfico ya que muchas de las herramientas son comunes en todas estas aplicaciones, por ejemplo, el lápiz. De esta manera, sin tener que aprender a utilizar otras herramientas podemos utilizar nuestra herramienta de edición para crear, por ejemplo, un logo.

Dos trabajos de edición más para los que podemos utilizar Photoshop son la edición del diseño de páginas web y la edición de vídeo que, aunque no es tan completo como sus alternativas Adobe Dreamweaver y Adobe Premiere Pro, sí que nos va a permitir realizar sencillos cambios y ajustes en este tipo de contenido, permitiéndonos ahorrar horas de trabajo para realizar tareas simples.

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Uno de los rivales más peligrosos de Photoshop es Gimp, una alternativa libre muy similar a él y que permite a los usuarios realizar casi los mismos ajustes de edición que el gigante de Adobe, sin embargo, aunque muchos piensen que las dos aplicaciones son iguales, hay funciones en las que difieren mucho.

Qué podemos hacer con Photoshop que no podemos hacer con GIMP

La primera de las características que no encontraremos en GIMP es la forma de gestionar el color. El software de edición libre nos va a permitir seleccionar colores basándonos en la paleta RGB, mientras que el software de Adobe, además de RGB nos permite utilizar la paleta CMYK, un aspecto bastante relevante para los diseñadores y para todos aquellos que quieran imprimir diseños en impresoras, ya que la mayoría de estas utilizan la paleta CMYK.

Aunque la mayoría de las herramientas de edición las podemos encontrar en las dos aplicaciones, las que incluye Adobe son bastante más precisas, completas y ofrecen un mejor resultado a la hora de realizar modificaciones a nivel de pixel. Además, los programas de Adobe pueden comunicarse sin problemas con cualquiera de los demás de la suite, algo muy importante si, por ejemplo, queremos empezar un diseño en Photoshop para luego importarlo a InDesign y, después, a Adobe Premiere.

Gimp-alternativa-Photoshop

Para los aficionados a la fotografía, el software de Adobe, gracias a Adobe Bridge y a la extensión CameraRAW es capaz de leer sin problemas ficheros RAW de un gran número de fabricantes y modelos de cámaras diferentes para tener el control sobre este formato de fotografías.

Por último, Adobe es una empresa privada y Photoshop es de pago, por lo que el soporte directo con la compañía no tiene comparación. A cambio, si no queremos pagar y tenerlo todo lega, GIMP podemos descargarlo sin coste alguno desde el siguiente enlace.

¿Eres aficionado o profesional de la fotografía? ¿Cuál es tu aplicación favorita y por qué?

 

Fuente: softzone