La huella dactilar es un gran sistema de protección, pues para romperlo es necesaria mucha planificación. Necesitas una copia de la huella del usuario en cuestión, o una foto con mucho detalle de la huella, y luego poder imprimirlo algún tipo de superficie con un poco de volumen. Incluso con ello es realmente difícil que funcione, pues los sistemas de detección de huellas de los teléfonos salidos al mercado este año mejoran la seguridad para evitar este tipo de falsificaciones de identidad. Hasta el iPhone 6 o el Galaxy S6, estos sistemas funcionaban.

La policía de Michigan ha hecho algo parecido con una víctima de asesinato para desbloquear su teléfono. Para ello, han contactado con un profesor de la Universidad de Michigan para que éste haga unas reproducciones a tamaño real a partir de las huellas escaneadas de la víctima que la policía tenía cuando el asesinado estaba todavía vivo. Para que las reproducciones sean fidedignas y el lector de huellas no las detecte como plástico, han introducido una pequeña capa de partículas metálicas.

El cuerpo policial cree que puede haber pruebas en el teléfono de la víctima que ayuden a encontrar al asesino. Para desbloquear el teléfono, el mejor método que tienen a su alcance es utilizar las huellas que ya tienen disponibles. El único problema es que algunos teléfonos requieren utilizar una contraseña adicional para desbloquear el teléfono en el caso de que éste lleve mucho tiempo sin desbloquearse. La policía de Michigan se encontrará con este problema, muy probablemente.

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Este asunto plantea un dilema sobre la privacidad en los teléfonos, y si realmente estos sistemas de protección mantienen a salvo nuestra información. Apple se negó recientemente a que el FBI accediera al teléfono del autor del tiroteo de San Bernardino, con lo que hubo mucha polémica. En este caso, el FBI no tenía copia de las huellas, y el asesino se había borrado las huellas de los dedos.

En Estados Unidos no se podría incriminar a alguien vivo utilizando este sistema, ya que iría en contra de la Quinta Enmienda de la Constitución estadounidense. Al haber fallecido, la Quinta Enmienda no se aplica.

 

Fuente: TechRadar | adslzone